Si quieres ver a un otaku ponerse nervioso y con expresión circunspecta, solo necesitas decirle una palabra: Filler. O sea, los episodios "de relleno" que se inventan para cuando el anime está a punto de alcanzar al manga. Nuevas tramas completamente locas, personajes sacados de la manga, sagas que duran apenas veinte episodios y de las que jamás se vuelve a hablar... ¡El clásico filler! Los fans de One Piece lo conocen bien, igual que los de Naruto o, por supuesto, los de Dragon Ball, aficionados a ver nuevos enemigos mortales de Goku y los suyos de los que jamás vuelven a hacer mención.
Z de Zuper Zaiyan
Curiosamente, y aunque se suela decir lo contrario, Akira Toriyama estuvo sorprendentemente involucrado en los episodios de relleno de Dragon Ball Z. A menudo, según se contaba, era él quien daba la idea al resto del equipo, creaba a algunos de los personajes... ¡Y hasta acabó totalmente enamorado de la idea de Bardock! Cierto es, puede que no todo el relleno sea canon (de hecho, prácticamente nada lo es), pero al menos tenemos la seguridad de que Toriyama, de una manera u otra, lo aprobaba.
¿Cómo no iba a hacerlo, por otro lado, si para él la serie ya estaba dando sus últimos coletazos? El equipo que hacía el anime en Toei necesitaba un cambio de rumbo para que la serie fuera popular del todo, y con el paso de Goku a la madurez vieron una oportunidad de cambiarle el nombre. Así, propusieron títulos tan bizarros como New Dragon Ball, Dragon Ball 2, Dragon Ball 90, Dragon Ball: Wonder Boy o Dragon Ball: Gohan’s Big Adventure antes de que Toriyama llegara con Dragon Ball Z. Todos lo adoptaron sin problemas.
Pero, ¿qué significaba esa "Z"? Para algunos, venía de un suplemento energético que contenía la letra en su nombre, pero el autor fue mucho más imaginativo: "Z es la última letra del alfabeto, ¿no? En aquel momento realmente quería terminar la serie, así que hice el título 'Z' para decir '¡Eh, este es el final!'", decía el propio Toriyama. 291 episodios y siete años después, cumplió.